PEDRITO Y EL PORSCHE…
Había una vez un niñito llamado Pedrito, cuyo padre era Diputado DC, como pueden advertir en la siguiente ilustración:
Don Pedro papá era muy querendón con Pedrito, y como su niño creció rápidamente y sin dar señas de un futuro asegurado, decidió rápidamente apitutarlo en el Congreso Nacional. Un padre tiene que preocuparse del futuro de sus hijos, y aprovechando la ventaja de ser Diputado de la República ¿qué mejor que hacerlo a costa de los contribuyentes?
Allá por el año 1968 Pedrito entró a trabajar a la cueva de Alí Babá, perdón, al “Parlamento”. Pedrito estuvo tranquilo y contento hasta que vino el golpe y el lobo Pinocho para no ser malo, cerró la cueva, es decir, el Congreso, pero mantuvo los cargos a las personas que allí trabajaban para que no perdieran antigüedad. De hecho, durante el análisis que desembocaría en la dictación de la Constitución de 1980, Pedrito destacó por su voluntad de oro para servirle café a los integrantes de la Comisión de Estudios. Como se verá, Pedrito hizo meteórica carrera dentro de tan noble poder del Estado, pasando de lustrarle los zapatos a los parlamentarios para llegar a ser Abogado Secretario de Comisiones, como aparece en la siguiente ilustración:
Pedrito, convencido de ser una persona de mucho esfuerzo, se sentía muy feliz y satisfecho con su sueldo de más de 7 millones de pesos brutos, correspondiente a la letra D de la Escala de Remuneraciones del Personal de Planta y a Contrata:
Tanto así, que logró el sueño del pibe. Se compró, entre otros bienes, varios vehículos, a saber, un Porsche (avaluado por papá Fisco en una suma un poco superior a los $17 millones), así bien a lo futbolista, un BMW (valor aproximado de $7 millones) y un KIA (baratito, solamente unos $3 millones); este último, al parecer, para llevar a la nana a comprar la mercadería y no despertar tanta envidia, que así como la venganza, también mata el alma y la envenena.
¿No me creen niños?, es simple, les doy el RUN Nº 5571131-3, y ustedes buscan en el siguiente sitio:
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Pero como en todos los cuentos, Pedrito tenía un problema que empezó a preocuparlo día y noche: y era que su cargo, que había detentado por años, llevaba una palabra que lo atormentaba y que no tenía claro cómo conseguir: abogado.
i.e. http://www.camara.cl/pdf.aspx?prmID=3108&prmTIPO=TEXTOSESION página 128;
Entonces, empeñado en poner fin a su tormento, Pedrito tomó la decisión de salir de la cueva- Parlamento, en búsqueda del lugar donde pudieran ayudarlo a obtener oficialmente el título que lo había acompañado gran parte de su vida, y que tantos buenos momentos le había dado.
Fue así como Pedrito, encontró en la UCINF la ayuda que tanto necesitaba, donde presentó una tesis de grado basada en su experiencia personal, “Políticas Públicas de Empleo Juvenil” (ad hoc puesto que un político lo apitutó en un órgano público para darle empleo).
¡¡¡Y niños!!! Pedrito una vez más logró su propósito, así fue como logró recibirse de abogado el mismo día del cambio de mando del año pasado, el día 11 de marzo, como aparece en
http://www.poderjudicial.cl/modulos/Home/Noticias/PRE_txtnews.php?cod=2418
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Así las cosas, Pedrito se sintió feliz y satisfecho con su vida, porque había logrado trabajar por años ejerciendo un cargo de abogado sin serlo, había ganado un sueldo de abogado por años sin serlo, y ese mismo dinero obtenido como abogado durante tantos años sin serlo, le habían permitido comprarse el auto de sus sueños y conseguir su título.
Pero este cuento no termina todavía, porque la vida le tenía otro regalo preparado a Pedrito; como premio a su esfuerzo, y por haber obtenido finalmente su título, logró mejorar su categoría en la escala de remuneraciones, pasando rápidamente de la letra D a la C en la referida escala, lo que se traduce en un “simbólico” incremento de su sueldo, algo así como un millón de pesos. Es decir, y para que no se confundan mis queridos niños, de recibir un sueldo de abogado con cuarto año medio rendido y aprobado ($7,6 millones brutos aprox.), Pedrito empezaría a percibir un sueldo bruto aproximado de $8,5 millones al mes. Para muestra, hagan el siguiente ejercicio:
Vayan a http://www.camara.cl/camara/informacion_corporativa.aspx y busquen a Pedrito en la página 2 del mes de enero de 2010 y luego en el mes de enero de 2011.
Sin embargo, he aquí un misterio que este narrador no logra aclarar: curiosamente, mis queridos niños, si continúan buscando, encontrarán que en los meses de marzo y abril de 2011, Pedrito nuevamente aparece en categoría D. “Envidiosos de mi buena fortuna quieren perjudicarme”, pensará Pedrito.
Pero la verdad, y lo que al parecer a Pedrito no le enseñaron en sus clases de Derecho, o si lo hicieron, olvidó o no quiere recordar, es que las actuaciones propias de su cargo, sin detentar el título de abogado, podrían traer graves consecuencias en la cueva, incluso fuera de ella. Porque mis queridos niños, ¿qué creen ustedes que sucedería con todos los informes y documentos que Pedrito firmó como ministro de fe, sin tener el título de abogado? ¿Ah? Para que vayan comprendiendo, y solamente para ejemplificar, podría mencionarles los artículos 263 y 291 inciso segundo del Reglamento de la Cámara de Diputados, y que podrán revisar en este sitio:
Les dejo la pregunta: ¿Qué sucedería en la cueva y alrededores?
Y colorín colorado, esta historia se ha acabado. Y pasó por un zapatito roto, para que la otra semana les cuente otro cuento de algún sinvergüenza de mierda.
P.S.
Desde 1999 a lo menos aparece firmando abiertamente como "Abogado".
P.S.
Fuentes:
