viernes, 9 de septiembre de 2011

FACH. Tírate un paso (al lado)...

La distancia entre Juan Fernández y el continente no permitían al CASA C-212 aterrizar en otra pista que no fuese Robinson Crusoe dada su configuración de vuelo. Apenas el avión llegó al archipiélago y la piloto se percató del mal tiempo, la suerte estaba echada. Aterrizaba o se estrellaba.


Que el avión era inadecuado, que era muy sensible al viento lateral. Que no tenía rango suficiente, que estaba con sobrecarga. Que la piloto era muy joven, que le faltaba experiencia. Que se equivocó, que siendo mujer reaccionó con histeria. Que las normas se aplican a veces y otras “ni tanto”. Que el lucro hace toda la diferencia. Que fueron los pájaros, que fue una ventolera o una mezcla inusitada de todo lo anterior. Sin lugar a dudas daría para una canción de Los Prisioneros (“quiero saber quién fue, quiero saber por qué sucedió oh, oh!”). A todo esto… ¿Alguien sabe si existe aún ese conjunto?

Opinan Pedro, Juan y Diego. Periodistas, diletantes, pilotos civiles, uniformados y hasta “Luchito” y Gastón mi lustrabotas y cuidador de auto respectivamente. Sus tesis, coincidentemente, se basan en la avaricia. “Teniendo plata no pagaron un avión como cualquier hijo de vecino, prefirieron volar gratis y lo barato cuesta caro patrón” me dice uno de ellos mientras lustra con afán mis zapatos. “¿Y por qué viajaron en esa cag… patrón? ¿No les salía mejor volar en una línea aérea?”. 

No creo necesario explicitar mi postura al respecto, ampliamente conocida por todos quienes me siguen en Twitter (@fiskalizator). El tiempo me ha ido dando razón –lamentablemente- en cada una las cosas que expresé desde el primer momento en que me enteré del accidente, y por más que se enojen algunos e intenten callarme “por respeto a las familias” (ningún familiar me ha reclamado) seguiré sosteniendo mi postura. Las cosas se dicen apenas se saben. 

La intención de esta columna es otra. Básicamente, expresar lo que sí sabemos, lo que es irrefutable y puede servir de base para un análisis técnico y jurídico de la tragedia. Dejo a los sociólogos y expertos en la mente humana el analizar las súbitas y patéticas escenas de dolor de la gente. Una cosa es el respeto y pena genérica al conocer tan mala noticia y otra es señalar “peor que si hubiera perdido a mi hijo” (sic) como decía una “pobladora”. De un momento a otro, prácticamente la totalidad del país pasó a ser pariente o amigo de alguna o todas las víctimas. 

Pero vayamos al grano y no nos perdamos en el maquillaje. El avión es un chanchito (por decirlo “tiernamente”). Lento, poco ágil, ruidoso, tiene como única gracia el poder aterrizar y despegar en pistas cortas y de mala calidad. Al mismo tiempo, la experiencia ha demostrado que es un avión propenso a los accidentes. No menos de 80 accidentes, de los cuales 4 en nuestro país, con resultado de destrucción total y casi siempre, con múltiples víctimas. Las tres ramas de nuestras fuerzas armadas han sido testigos de ello desde 1986 en adelante. Así, en 1986, un CASA C-212 de la Armada cerca de Cabildo, en 1995 uno del Ejército en Rancagua, en 2000 otro de la misma institución estrellado en el volcán Michinmahuida, y para no ser menos, la FACH se hace presente hace unos días con el reciente accidente en Robinson Crusoe. El balance no puede ser menos halagüeño, 48 muertos. En el siguiente link es posible conseguir un listado de todos los incidentes en los cuales ha estado involucrado “Babe, el cerdito volador”. Si consideramos que se han construido algo más de 550, la cifra es preocupante.  

Memorable vuelta de carnero ha sido la protagonizada por el instructor de vuelo Rodrigo Molina, quien, incidentalmente, fuese profesor del mismo Camiroaga. En una entrevista realizada por Julio César Rodríguez, sostuvo derechamente que el avión no estaba en condiciones de asegurar un vuelo exitoso frente a la ocurrencia de algún fenómeno meteorológico que le impidiese aterrizar. Para sorpresa de muchos, al día siguiente, se mostró altamente dubitativo frente a idénticas preguntas lanzadas por Matías del Río en Última Mirada.   

Mucho se ha debatido sobre la oportunidad para investigar. Se señala que un respeto mínimo a las víctimas y sus familias justificaría la indagación del accidente y búsqueda de responsabilidades en otro momento. Sinceramente, no veo mejor manera de recordar a las víctimas y hacer que algún sentido tenga el innecesario y evitable destino que tuvieron, que investigar a fondo, con minuciosidad, con imparcialidad, teniendo como norte solo la verdad (que como se sabe, nos hace libres) y la justa aplicación de sanciones cuando corresponda junto a las indemnizaciones correspondientes (que deberían ser pagadas por los responsables o sus familias y no por todos los contribuyentes).  

Otro tema no menor consiste en la imparcialidad que debe tener toda investigación, principio elemental de cualquier proceso tendiente a averiguar una verdad y eventualmente, aplicar sanciones. Y digo esto porque no hay que ser muy lúcido para sospechar la falta del mismo cuando quien investiga es juez y parte. Se entiende que lo usual sea juzgar pilotos civiles pero cuando la investigación versa sobre la institución a la que pertenece el juez, perdónenme que les diga, la cosa huele mal. La mujer del César no solo debe ser honrada, debe parecerlo. Luego de múltiples alegaciones en este sentido, expresadas en redes sociales y medios de prensa, la Corte Marcial ha resuelto este punto, asignando la investigación al Ministro en Visita Juan Mera.   

A nadie debe extrañar que los mayores éxitos conseguidos en las labores de rescate correspondan a los pescadores y no a los “altamente tecnologizados y calificados” militares. Los primeros trabajan por rescatar amigos y personas con los que sienten un profundo aprecio y agradecimiento. Los segundos, van porque es la pega. Los primeros siguen buscando contra viento y marea, los segundos, de acuerdo a protocolos de seguridad que extrañamente respetan hoy a pesar de haber sido pasados por alto hace una semana. 

Sintomático resulta verificar la diferencia entre privados y Estado operando en Juan Fernández. Los primeros no solo realizan infinidad de viajes comparados con los exiguos que realizan las fuerzas armadas, además, en décadas de viaje, no han tenido accidente alguno en la Isla. Ellos utilizan aviones adecuados, que permiten, en caso de imposibilidad de aterrizar en Robinson Crusoe, volver al continente. El CASA C-212 no tuvo tal suerte, intentaba una y otra vez aterrizar hasta quedarse sin combustible, situación que presumiblemente habría ocurrido. 

¿Pero qué está pasando en la FACH? Vuelos mal planeados, voluntarismo extremo como el querer aterrizar un C-130 en una pista que resiste 7.500kg (y luego tiene que volver por supuestos “problemas hidráulicos”), declaraciones contradictorias como que el C-212 siniestrado tenía combustible para 3 horas y algo y luego terminar diciendo que tenía para casi 5, o señalar que el accidente ocurrió a las 17:48 y luego rectificar a las 16:48. El nivel de improvisación es mayúsculo, por suerte no estamos en guerra. 

Por otro lado, resulta inquietante tan mal desempeño para una rama de la Defensa que no solo representa una de las primeras líneas defensivas en una eventual conflagración, sino que cuenta con un presupuesto 2011 de $156.603.726.000 + US$69.967.000. Como se desprende del vínculo anterior, la mayor parte de ese monto se lo lleva el personal, incluyendo situaciones tan escandalosas como las casas en San Carlos de Apoquindo o la compra de aviones Mirage de segunda mano a Bélgica, negocio cuestionado por moros y cristianos. Lamentablemente, parece existir más prolijidad al transportar muebles que seres humanos. 

El mutismo o “tacto” con que los medios y la población en general han tratado el accidente, nos hace pensar en la tesis de la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neuman del Schweigespirale, definiendo la "Espiral del Silencio" como un fenómeno por el cual una persona se abstiene de expresar su opinión cuando es contraria a la opinión pública más fuerte. Por el contrario, no duda en expresarla cuando coincide con ella. Según la autora alemana, esta forma de comportarse tendría incluso bases biológicas, al basarse en un miedo a estar solo, localizable perfectamente en una zona concreta del cerebro.

El sistema funciona más o menos así: los políticos tienen claro que son los medios quienes crean opinión. No resulta extraño entonces el hecho que apenas zarparon buques al archipiélago, hayan ido periodistas, lo mismo que en los primeros vuelos con rescatistas. Para Noelle-Neuman, si se logra que la opinión pública esté optimista respecto a una determinada situación, es muy probable que las autoridades salgan bien paradas. Esto explicaría también, el impresentable fenómeno de las mentalistas y videntes.

Con no menos de 40.000 seguidores, terminó @_nayita, supuesta “mentalista índigo” que decía conocer el paradero de Felipe Camiroaga, quien, en sus palabras, se encontraba malherido en la cueva “hueso de ballena”. Al igual que la pitonisa referida, surgieron diversas cuentas con idénticas revelaciones. Tiene razón mi hermano cuando dice que en Chile, “los idiotas (hue….) se dan a racimos”. 

Se ha dicho que siendo un vuelo militar (el avión pertenece a la FACH, la misión era completamente civil, aclaro), no se regía por las normas de la Dirección de Aeronáutica Civil respecto a autonomía y existencia de aeropuertos alternativos. El General Larraechea, Secretario General de la FACH, sostuvo que la diferencia venía dada porque este vuelo era “sin lucro”. Huelga decir que la justificación del alto jefe castrense solo puede hacer eco en las mentes más simples. 

Por si fuera poco, resulta que ahora, la institución tendría fundadas sospechas sobre la identidad del piloto que comandaba la aeronave al momento de la tragedia. Ahora parece que no fue la teniente Fernández, sino el teniente Mallea. No tenía idea que este tipo de decisiones pasara por lanzar una moneda al aire o jugar al "cachipún". Un mínimo de planificación y profesionalismo exige saber de antemano quién realiza cada operación dentro de un avión, sea militar o civil.

Adicionalmente, me pregunto… ¿Cómo enmarca la FACH este tipo de actividades? ¿Basta que cualquier ONG o servicio público solicite un vuelo gratis? ¿Hasta dónde llega la arbitrariedad, o existen razones justificables para destinar medios humanos y físicos de alto valor para la obtención de fines privados? La pelota queda dando botes en la cancha de la FACH nuevamente y sería deseable, un pronunciamiento de Contraloría General de la República al respecto. 

No menos controversial resulta el viaje de Galia Díaz, funcionaria del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (una agencia estatal que se dedica a regalar nuestro dinero a artistas fracasados, pero eso es materia de otra columna). En efecto, de acuerdo al dictamen de Contraloría General de la República 44862 de 2000, de acuerdo al Artículo 206 del Código del Trabajo, no es posible enviar en cometidos a una funcionaria con hijo menor de dos años, por cuanto el derecho a dar alimentos es irrenunciable. Es del caso señalar que la malograda funcionaria deja un bebé de 8 meses huérfana.   

Existe un mar de dudas, tanto o más vasto que el que separa nuestras costas del archipiélago de Juan Fernández, pero está claro que una salvajada como la que acaba de suceder no puede pasar nunca más y si bien las críticas, eventuales responsabilidades y cabezas guillotinadas no traen de vuelta a la vida a las víctimas, bien pueden servir para cambiar las cosas, partiendo por la mentalidad de nuestras fuerzas armadas. 

Por último, les dejo las especificaciones técnicas del avión, saquen sus propias conclusiones:




jueves, 1 de septiembre de 2011

El final feliz del cuento "El Príncipe Infeliz"

NOTA: Se recomienda encarecidamente al lector leer primero EL PRÍNCIPE INFELIZ y luego El Príncipe Infeliz Recargado en este mismo sitio (que le cuenta las cosas que los demás no tienen pelotas hacerlo).

Y como todo cuento de hadas debe tener un final feliz, aunque parezca increíble, aún existen jueces con pelotas en este país. Luego de presentada la demanda contra Giovanni Calderón (olvídense que es diputado, que es honorable, que es abogado, que es profesor universitario, etc. porque NO LO PARECE, ni siquiera le debe llegar a los talones a su padre taxista), la justicia falló en su contra.

A continuación, un registro gráfico que resume el calvario que debió sufrir Marcia Castillo hasta lograr la tan anhelada justicia:

Así respondía "a lo choro" el diputado frente a mi requerimiento


Vallenar, 29 de Julio de 2011:

Marcia Alejandra Castillo Cruz, interpuso ante el Segundo Juzgado de Letras de la ciudad de Vallenar, una demanda en juicio monitorio laboral por reincorporación inmediata a sus funciones, y en subsidio, para el evento que no pueda ser posible decretar la reincorporación a sus funciones, una demanda de indemnización compensatoria del fuero maternal y cobro de prestaciones laborales y previsionales, en contra de su empleador don GIOVANNI OSCAR CALDERÓN BASSI, Diputado de la República de Chile, por su responsabilidad que le corresponde respecto de las prestaciones laborales reclamadas, tanto principal a consecuencia de la separación ilegal de que ha sido víctima, como subsidiarias, correspondientes a la indemnización compensatoria del fuero.

Los antecedentes que fundaron la demanda consisten básicamente en que el día 1 de agosto de 2010, ingresó a prestar servicios bajo subordinación y dependencia para el demandado, realizando funciones en la oficina parlamentaria de Vallenar del diputado don Giovanni Calderón.

Se explica en la demanda que no se escrituró contrato de trabajo y que la remuneración mensual pactada correspondía al sueldo de $444.444 mensuales, los que se pagaban todos los fines de mes, mediante depósito bancario. Así es como las remuneraciones correspondientes a los meses de Agosto a Octubre de 2010, se pagaron mediante el depósito mensual de $444.444. A partir del mes de Noviembre de 2010, se le depositaban $200.000 adicionales, para caja chica destinada a cubrir los gastos de la oficina. El demandado nunca entregó liquidaciones de sueldo, y se le exigía la entrega de una boleta de honorarios cada mes, debido a que él debía justificar gastos en el Congreso Nacional, y la suma total por la que emitía la boleta, a partir del mes de Noviembre de 2010, comprendía los fondos de la caja chica, equivalentes a $200.000, siendo el primer mes, depositada la cantidad en efectivo. Posteriormente, se depositó en su cuenta corriente el cheque emitido por la Cámara de Diputados.

Señala que a pesar de entregar la boleta correspondiente a cada mes en fecha tan pronta como el día 15, considerando que los fondos con que se le pagaba eran fiscales (Cuenta Única Fiscal de BancoEstado), que el sistema usual de pago en el Congreso Nacional consiste en pagar los días 19 e incluso los 17 si cae día viernes, ella debía esperar casi dos semanas adicionales.

Agrega que en el mes de Marzo de 2011, conversó con el demandado la posibilidad de un aumento de su remuneración, respondiendo que no se encontraba en condiciones de acceder a tal petición, pero que sí podría ayudarle a conseguir ingresos por la vía de prestación de servicios en algún organismo público. Fue así como días después le indicó que hechas las averiguaciones, existía la posibilidad de prestar servicios para el Instituto Nacional de Estadísticas (en adelante, INE) y que era posible hacer ajustes a su jornada y modalidad de trabajo con él, que le permitiera desarrollar ambas actividades, logrando así incrementar sus ingresos en la forma que requería.

De esta manera, Marcia comenzó a prestar servicios para el Instituto Nacional de Estadísticas, para realizar actividades referidas a la etapa inicial del Proyecto Censo de Población 2012.

La celebración de estos contratos de prestación de servicios con el INE eran conocidos por el demandado, quien ayudó a Marcia a conseguirlos, y desde el momento que ésta debió trasladarse a Alto del Carmen, no existió problema de su parte en adecuar sus labores a esta nueva situación.

Marcia desempeñó sus labores en forma responsable y en los mismos términos de su contrato, cumpliendo a cabalidad con todas sus obligaciones.

A la fecha de presentación de la demanda, Marcia estaba cursando embarazo de 6 meses de gestación, con fecha probable de parto el 20 de octubre de 2011, razón por la cual, según lo dispuesto en el artículo 201 en relación al 195, ambos del Código de Trabajo, goza de fuero maternal hasta el día 12 de enero del año 2013, aproximadamente.

No obstante lo anterior, con fecha 18 de mayo de 2011, el empleador la despidió verbalmente en su oficina del Congreso Nacional, frente a su cónyuge, aproximadamente a las 9: 30 hrs., solicitándole que le devolviera el celular de la oficina de Vallenar, todo esto en el contexto de que el demandado la había trasladado desde Vallenar a Valparaíso para participar en la Jornada de evaluación, planificación y capacitación del equipo de trabajo para el período mayo 2011 a marzo 2012.

Lo anterior ocurrió conociendo el estado de embarazo de Marcia, razón por la que no le es facultativo disponer de su fuero maternal, el cual es irrenunciable.
Dicho trance fue muy perjudicial para la salud de Marcia y la de su hija (ahora sabemos esa bonita noticia), pues se desmayó en el ascensor del Congreso Nacional debiendo ser auxiliada por personal de dicha institución.

Al no existir autorización judicial, y por ende, no habiéndose puesto término al contrato de trabajo en forma legal, por el solo ministerio de la ley, es que la relación laboral se encuentra vigente.
         
En ese contexto, Marcia presentó reclamo ante la Inspección del Trabajo de Vallenar, Nº 303/2011/231 con fecha 2 de junio de 2011, organismo que pese a conocer el estado de embarazo en que se encontraba, solo fiscalizó: escrituración de contrato de trabajo, cotizaciones previsionales, jornada y descansos, pero no el fuero maternal, resultando en su conclusión que “el empleador declara que no reconoce relación laboral con la denunciante y que prestó servicios personales independientes. Que cuenta con dos trabajadoras dependientes, una en la comuna de Tierra Amarilla y otra en la comuna de Valparaíso en su oficina parlamentaria.”, así mismo, hay pasajes del acta de la Inspección del Trabajo que están tarjados, sin que se investigara la separación ilegal de la que fue objeto.

Por lo anterior, es que Marcia se vio en la obligación de ingresar una denuncia por escrito al organismo administrativo en fecha 11 de julio de 2011, sobre la separación ilegal de sus funciones por su estado de embarazo, cuyo resultado le fue entregado por la Inspección del Trabajo de Vallenar en fecha 26 de julio de 2011 y niega la posibilidad de su reincorporación, fundado en el informe de la fiscalización Nº 303/2011/231.

En el marco de esta gestión administrativa, el empleador negó la existencia de la relación laboral, realizando una declaración jurada ante el fiscalizador de la Inspección del Trabajo en fecha 17 de junio de 2011, en la que expuso “No me une un vínculo de subordinación ni dependencia. Que ella me prestaba servicios personales independientes, eventuales y esporádicos, dependiendo de las actividades políticas, de difusión, propaganda entre otras que se requerían”.

Por lo anterior, se interpuso demanda laboral a fin de que se ordenara inmediata reincorporación a sus funciones, y a dar cumplimiento con el pago de las remuneraciones hasta el efectivo reintegro o, en subsidio, se condenara al demandado al pago de la indemnización compensatoria del fuero maternal, correspondiente a las remuneraciones que se devenguen desde la separación ilegal y fecha en que cesó en el pago hasta el término del fuero (12 de enero de 2013).
         
Vallenar, 03 de Agosto de 2011

El Juez Titular del Segundo Juzgado de Letras de Vallenar, dictó una resolución declarando que de los antecedentes acompañados por Marcia, se estimaban suficientemente fundadas sus pretensiones, por lo que decidió acoger la demanda interpuesta, declarándose en consecuencia que el despido sufrido por la demandante con fecha 18 de mayo de 2011, por parte de su empleador GIOVANNI OSCAR CALDERON BASSI, fue  hecho en contravención a lo dispuesto en el artículo 174 del Código del Trabajo, por cuanto de los hechos expuestos y probados, se desprende que la trabajadora presenta un embarazo de 27+1 semanas, amparada por lo tanto en el fuero maternal establecido en la norma legal antes citada. 

En virtud de lo anterior, el demandado debe:
a) Reincorporar en forma inmediata a la demandante a sus labores habituales.
b) Pagar a la trabajadora aforada todas las remuneraciones, cotizaciones y demás prestaciones originadas en la relación laboral, en forma íntegra, desde la fecha de separación, esto es, desde el día 18 de mayo del 2011 en adelante.

Asimismo, estableció en la sentencia que se condenaba en costas a la parte demandada.

Valparaíso, 12 de Agosto de 2011:

Se efectuó la notificación de la sentencia al demandado, comenzando a correr el plazo de 10 días concedido por la ley para reclamar de la misma. En consecuencia, el plazo conferido por la ley al demandado venció el día Miércoles 24 de Agosto de 2011, sin que realizara gestión alguna en la causa.

De esta manera, la sentencia se encuentra en estado de ejecución, pero lamentablemente, no ha sido cumplida de manera voluntaria, como en teoría debería hacer un abogado -que a mayor abundamiento, es parlamentario- lo que ha obligado a la actora a solicitar el cumplimiento forzado del fallo.







































































































































martes, 23 de agosto de 2011

Más droga para el drogadicto físico-dependiente...

No se requiere ser experto para saber que tanto el Quantitative Easing 1 (QE1) como el Quantitative Easing 2 (QE2) fracasaron rotundamente. Igual suerte seguirá el Quantitative Easing 3 (QE3). No olvidemos que el objetivo del QE1 era impulsar la economía norteamericana y no lo logró. Igual suerte siguió el segundo. ¿Necesitamos una prueba adicional del fracaso de primeros si hoy en día se plantea la necesidad del tercero? De haber funcionado, no habría necesidad de segunda ni tercera parte.

¿Pero dónde nace el problema hace tiempo conocido por todos quienes me leen pontificar en contra de las intervenciones estatales? Si en algo están contestes keynesianos y monetaristas es en las ansias por estabilizar o aumentar el nivel de gasto, pues concluyen, eso estabilizará el nivel de producción (y de empleo). El problema viene dado por los patrones de especialización que puede desarrollar una economía, los cuales no son fácilmente corregibles. Éstos, pueden ser insostenibles luego de una debacle, y los estímulos solo tenderán a ocultar el problema o chutearlo en el tiempo. Veamos un caso típico. España, tiene una economía adaptada para producir casi un millón de viviendas al año, pero no las necesita actualmente. Esos recursos deben destinarse a otras industrias más eficientes y más importante aún, que respondan a una demanda efectiva -posiblemente externa- ya que en la Madre Patria la cosa sigue color de hormiga. Solo eso permitirá a España obtener divisas y pagar lo que debe a Alemania y Francia (y que han dilapidado en la burbuja inmobiliaria).

Mientras la economía se reajusta, es evidente que el volumen de gasto se contrae, porque su producción se reduce hasta que el reajuste se complete. Esto es de Perogrullo. Si producimos menos/somos más pobres, gastamos menos. Eso seguirá así hasta que volvamos a ser más ricos/produzcamos más. Los monetaristas dirán “como la producción cae, incrementemos la cantidad de dinero” para que el gasto nominal no decaiga (aun cuando lo haga el gasto real).

Esto nos lleva a otro problema. Como se sabe, los Bancos Centrales no crean dinero a la usanza del minero que extrae oro, solamente conceden crédito (que luego es utilizado como dinero por los prestatarios). Pero este nuevo medio de pago no se distribuye uniformemente en la economía, lo que en teoría elevaría neutralmente los precios, por el contrario, incrementa la capacidad de pago de algunos agentes -el Gobierno–, distorsionando los precios relativos y la estructura empresarial de la economía. Eso y no otra cosa son los QE: Préstamos del FED muy ventajosos al Tesoro estadounidense que han permitido a Obama promover programas inútiles de estímulo que solo han retrasado la recuperación. A la fecha, más de un tercio de toda la deuda emitida por el Tesoro estadounidense desde 2009 ha sido monetarizada por la Fed.

Todos conocemos las implicancias de una política inflacionaria: La Reserva Federal pone en riesgo la confianza de la gente en el dólar como reserva de valor, la tasa de interés está artificialmente baja, lo que retrasa (y desincentiva) el requerido desapalancamiento de los agentes, la deuda pública sigue subiendo, el Gobierno pierde capacidad para amortizarla sin devaluar, el poco capital se dilapida en proyectos que no agregan valor (lo destruyen), y los precios relativos se distorsionan, lo que impide que el sistema de precios oriente a la adecuada recolocación de los factores en proyectos eficientes.

Apenas las materias primas se dispararon a precios de 2008, la QE2 fracasó. Lo que ha pasado estos últimos años es una sobreinversión en bienes finales (i.e. SUVs) y poca inversión en materias primas. El cuello de botella se ubica en la producción de estas últimas, estrangulando el crecimiento mundial. No se puede seguir gastando sin desatar este nudo gordiano. Esto solo será posible invirtiendo en nuevas minas o pozos petrolíferos, nuevas refinerías, reconversión del campo a uno más competitivo, etc. El problema es que habiendo plata fácil, da igual pagar más por materias primas porque se hace de inmediato. Eso pospone cualquier reconversión.

La política de Bernanke parece ser seguir dando plata a Obama para que gaste como desaforado. Ambos no logran captar que lo más importante para recuperar la economía es reajustar sus estructuras empresariales de manera tal que sus patrones de especialización respondan a una demanda real, lo que los hará sostenibles en el tiempo. Solamente intentan posponer la cuestión de la deuda para mantener a flote negocios quebrados y sin futuro por algo más de tiempo. Con la QE3 pasará lo mismo que la QE2. Se elevará el precio de las materias primas, distorsionando los precios relativos y las tasas de interés. Todo esto, a costa de nuevos billones que habrá que contabilizar en la inmensa deuda norteamericana.

Frente a una economía enferma, dependiente del dinero fácil, la única solución es la misma que conocemos para el alcohólico consuetudinario. Cortar de una buena vez y para siempre, la ingesta de alcohol (plata). Ningún alcohólico se recupera tomando cada día un poquito menos. En el ínterin muere de cirrosis.


jueves, 11 de agosto de 2011

"Educación gratuita"

Prolegómenos.
Hace algunas semanas, el Presidente de la República señalaba, para descontento de la "progresía" en general, que la educación era un bien de consumo. Frente a las airadas reacciones de los estudiantes y ciudadanía, hubo de recular, morigerando sus palabras a la vez que varios de sus colaboradores salían a resolver el entuerto interpretando los dichos de Piñera de manera más "amigable".
Así, uno de ellos señaló que técnicamente lo que había querido significar el mandatario era que siendo un bien de consumo como cualquier otro, el consumidor (cliente, estudiante), podía elegir[1] y otro explicó que no había tanta diferencia entre una lata de Coca-Cola y la educación.
Otro destacado economista reparó en el hecho que la comida, algo mucho más fundamental que la educación tanto lógica como cronológicamente, era un bien de consumo y no gratuito y que nadie había propuesto hasta el momento, que el Estado debiese regalarla.
Sin desconocer la veracidad de las ideas contenidas en las declaraciones reseñadas, parece extraño que ninguno de los comentaristas del Jefe de Estado haya reparado en lo esencial. La Educación, si bien es cierto puede ser un bien de consumo, es ante todo una inversión.
Este "descubrimiento" que para muchos puede parecer baladí y evidente, implica una serie de consecuencias que deseo analizar en esta columna.

Educación. ¿Bien de consumo, inversión o ambos?
En primer término, es menester distinguir entre un bien de consumo y uno de inversión, señalando sí, que la diferencia no es radical y tiene mucho más que ver con la intención del ser humano que con la cosa misma. Algunos podrán decir que la diferencia es incluso arbitraria. Así, un camión será usualmente un bien destinado a producir otros o una renta, una inversión, como cuando lo utilizamos para mover áridos o transportar mercaderías. Pero también puede ser un bien de consumo que nos permita gozarlo sin tener en mente generar plata (de hecho, el ejemplo propuesto nos hace gastar plata como locos). Basta mirar una fotografía para darse cuenta que esta “camioneta”[2] (la más grande del mercado) permite darse un gusto sin tener que cargarla de troncos o algo así.
Esta observación nos permite aplicar la dicotomía referida a otros ámbitos, incluyendo por cierto, la educación. Podemos educarnos por placer, por darnos un gusto, o para obtener herramientas que nos permitan ganarnos la vida. Existirán carreras que objetivamente parezcan más bien de consumo y otras de inversión pero al final lo que prima será siempre la motivación que tuvo el estudiante. Así, Aristóteles ganó bastante dinero enseñando filosofía (hoy en día sería algo complejo), y hace unas semanas entrevistaban en televisión a un ingeniero que decidió vivir como mendigo en las calles de Santiago.
Lo anterior implica a lo menos dos conclusiones importantes. En primer término, que la educación puede ser un bien de consumo o una inversión, y otra, consecuencia lógica de la primera, que dependiendo de la finalidad que tenga, puede significar ganar plata, o gastar plata. Un grupo de niños puede comprar maíz curagua para hacer cabritas y venderlas, o para hacerlas y comérselas.

Educación. Un proyecto de inversión como cualquier otro.
¿Pero a qué viene todo esto? Simple. Si es inversión, el proyecto educativo debe llevarse a cabo solo si es rentable, un ingeniero comercial diría “tiene un VAN positivo”. Eso implica analizar la demanda por la carrera seleccionada y en nivel de remuneración típico para los egresados. Si el costo de la carrera es alto y la remuneración baja, no convendrá estudiarla. Al mismo tiempo, debe considerarse el costo de oportunidad… trabajar durante esos 4 o 5 años y eventualmente meter al banco u otra forma de invertir, las 200 o 300 lucas mensuales de la carrera. A tal efecto es bueno considerar datos públicos y de fácil acceso como los que presenta esta página de internet[3].
Lamentablemente este ejercicio tan sencillo y necesario no es usual en la toma de decisión que lleva a elegir una carrera por sobre otra. Así encontramos luego personas que reclaman porque apenas les alcanza para pagar el crédito y como les parece injusto, no lo hacen. Justifican este actuar señalando que la “educación es un derecho” y que por consiguiente debería ser “gratis” (pagada por otro).
Siguiendo la lógica de la inversión, me pregunto si los mismos que piden que nosotros les paguemos la educación, estarían de acuerdo en que el Estado le regalase a cada joven de 18 años, una cantidad X (promedio del costo de una carrera típica) para que ejerciendo su libertad, emprendiese en vez de estudiar. ¿O acaso el Estado no debería ayudar ahí porque el tipo se convertiría en un “despreciable empresario”? La verdad de las cosas es que el Estado (nosotros) no tenemos por qué financiar algo que no nos beneficia en lo absoluto, por el contrario, solo implica más impuestos y pagar dos veces. ¿O alguno de ustedes cree que los beneficiarios de la “educación gratis” les trabajarán gratis una vez titulados?
Por otro lado, si la educación es para alguien un bien de consumo, difícilmente podría justificarse el que los demás se la pagasen. Aún así, existe una enormidad de becas para estudiar carreras que nada aportan al país, y qué decir a usted o a mí como personas individuales. Basta echar una mirada a las listas de becas al extranjero de CONIYCYT, para contabilizar una enormidad de recursos destinados para alumnos de “Literatura Inglesa”, “Ciencia Política”, “Filosofía” y una serie de materias que pueden ser muy interesantes pero solo aportan al ego, conocimientos y satisfacción personal del becario. Resulta llamativo -por decir lo menos- que exista plata en Chile para financiar doctorados en “hermenéutica literaria” o “profundización de danza”[4].  

¿Nos llenaremos de ingenieros en minas y geólogos?
Al leer lo anterior, muchos podrán verse tentados a pensar “entonces, nos llenaremos de ingenieros en minas y geólogos y habrá pocos profesores y periodistas”. En efecto, un análisis racional del proyecto educación, que repito, es normal cuando a uno le cuestan las cosas pero definitivamente superfluo cuando se las regalan, implica que mucha gente comenzará a preferir las carreras más lucrativas en desmedro de las menos rentables. Pero no todo el mundo estudia solo por ganar más plata, muchos seguirán estudiando carreras menos rentables por “amor al arte”.
Por otro lado, la oferta y demanda son variables mutables en el tiempo. Si mucha gente decide ser ingeniero en minas, la mayor oferta determinará que el sueldo promedio baje. Y si de un día para otro casi nadie estudia periodismo y en algún momento comienzan a escasear, verificaremos el efecto contrario. Los medios estarán dispuestos a pagar más por conseguir un periodista.    

Nada justifica la existencia de becas.
Mucho se discute sobre la necesidad de contar con mayor “Capital Humano Avanzado” (un eufemismo para referirse a personas con capacitación adicional a la de pregrado). La falta de estas personas explicaría parte de nuestro subdesarrollo y justificaría la existencia de becas destinadas a tal cometido.
Este supuesto se cae por su propio peso. Si realmente el mercado requiriese personas con este tipo de capacitación, existiría una demanda por ellos, lo que se vería fielmente reflejado en el nivel de remuneraciones que obtendrían una vez titulados. Este delta en los sueldos permitiría pagar el crédito que permitió financiar el postgrado. La verdad dista mucho de la expuesta. Las cifras demuestran que solo la mitad de los beneficiarios de becas de postgrado ganan más una vez titulados[5].
Sería bueno por ejemplo saber qué ventaja representa para Chile la beca que recibe el hijastro del señor Mario Waissbluth, para estudiar diseño en Estados Unidos[6]. Si consideramos que el señor Berlin es dueño de una importante y lucrativa empresa dedicada al diseño de casas (que no son precisamente para “pobres”) y salones de venta[7], el escándalo es mayúsculo.
Circula entre la masa ignorante, que usualmente es mayoría, no lo reconoce y es atrevida encima, la creencia que no existe nada más “redistribuidor” que la educación gratuita. Sostienen los genios de esta tendencia que los “ricos” pagarían la educación a quienes no puedan costearla, porque son ellos los que pagan mayormente impuestos. Esta falacia es fácilmente refutable.

Los impuestos no redistribuyen, los pagan los pobres.
Para muchas personas, por no decir la gran mayoría, los impuestos son una excelente manera de redistribuir la riqueza en una sociedad. En efecto, sostienen que bien planteados, los ricos pagarán más, y los pobres pagarán menos (o derechamente no pagarán). Un sencillo análisis de la forma en cómo operan nos permitirá demostrar lo errado de esta postura.
Imaginemos el impuesto a la renta[8], el típico tributo que grava lo que la ley define como “los ingresos que constituyan utilidades o beneficios que rinda una cosa o actividad y todos los beneficios, utilidades e incrementos de patrimonio que se perciban o devenguen, cualquiera que sea su naturaleza, origen o denominación”.[9]
Este impuesto, que reconoce diversas variantes, es pagado básicamente por empresas y profesionales que ganan más de un monto determinado. La gente “humilde” usualmente no paga por quedar bajo los tramos de ingresos gravados por el mismo. Eso al menos en la teoría, porque ese impuesto, es pagado por los pobres. “¿Cómo es posible esto?” dirá alguien por ahí, “si es un impuesto directo, que debe ser pagado por la empresa o la persona que genera la renta…”. La explicación es sencilla. Una cosa es que el obligado sea el empresario o la persona natural y otra muy distinta, a que en la práctica el dinero sea enterado por el sujeto pasivo. La empresa o el profesional incrementan el valor de los bienes o servicios que ofrecen en idéntica proporción que el impuesto y lo que debían pagar ellos lo paga el consumidor final (que no necesariamente es “rico”).
De manera tal que subir impuestos para tener “educación gratis” en nada garantiza que los “ricos” paguen la educación de los “pobres”, muy por el contrario, si se establece como un Derecho Universal Garantizado como pretenden algunos, habrá hijos de “ricos” estudiando gracias a los impuestos que pagan los “pobres”.
Podría decirse sin temor a equivocarse, que una política como la planteada implicaría una transferencia neta de riqueza de “pobres” a “ricos”.

Lucro, el chivo expiatorio.
Otro mito en el tema en discusión es la culpa del lucro en la mala calidad de la educación. Esta creencia se repite con una chulería impresionante y la repiten moros y cristianos. Así, las universidades estatales, que supuestamente no persiguen fines de lucro, serían mejores porque reinvertirían el dinero que reciben por concepto de matrículas y mensualidades en mejores laboratorios, bibliotecas, contratar profesores de mayor renombre, etc. En cambio las privadas, ganarían plata y los dueños la usarían para jugársela en el Monticello, comprarse relojes de varios millones o tener varias casas en la playa, entre otras inmoralidades que un verdadero “progre” no puede aceptar (a pesar que llegaron al gobierno con una mano por delante y otra por detrás y salieron ricos a los 20 años).
La verdad es un poco distinta. Existen universidades privadas como el ajo y otras muy buenas, tanto o mejor que las mejores estatales. Los criterios con que podemos calificarlas son bastante amplios como se desprende de los rankings disponibles[10]. Otra manera de clasificar las universidades parece ser la famosa “acreditación”, que no es más que un procedimiento de cumplimiento de normas formales que en poco y nada garantizan el resultado. Daría para varias columnas el analizar el verdadero “negociado” que constituye para consultoras y empresas relacionadas. El mercado sabe más. Paga mejor a un abogado de la Chile, de la Católica o de la Adolfo Ibáñez, que a uno de la universidad del chancho.
Es justamente el lucro lo que garantiza calidad cuando los mercados operan libremente. ¿Se ha fijado en lo malos que eran los automóviles del “bloque socialista”? Al no existir competencia, ni mayor incentivo pues la oferta y el precio eran determinados por un burócrata, las empresas estatales no se esforzaban por entregar mayor calidad. Fuese bueno o malo el Lada, ganaban los mismo. ¿Qué otra cosa que el afán de ganar más podría impulsar a un empresario a hacer las cosas mejor? ¿A que opten por su universidad y no por la de enfrente? El lucro no es el problema, no lo es en la fabricación de alimentos, menos en la educación, que como se señaló, es menos importante (no muero de inanición, luego estudio diría Descartes).
Si el “lucro” no ha funcionado es justamente porque está prohibido. Las universidades no pueden ganar plata, generar utilidades a sus dueños. Esto ha implicado el surgimiento de inmobiliarias que le arriendan sedes a las universidades para lucrar con ello. Nada de malo veo en ello. La poquedad de los críticos en esta materia es abismante. Intentan comparar la investigación que llevan a cabo las universidades estatales, con la prácticamente inexistente en la gran mayoría de las privadas. Olvidan que el gran mandante de estas investigaciones es el Estado, ente que difícilmente repara en la rentabilidad de los proyectos que encomienda, utilizándolos como verdaderas cajas pagadoras de favores políticos y afines. La inutilidad de estos estudios se demuestra por el absurdo. Si fuesen rentables, los encargaría la empresa privada.

Conflictos de interés y representatividad.
Por último, me gustaría “rayarle la pintura” al movimiento. En primer término, señalar que sus integrantes tienen evidente conflicto de interés, al ser los beneficiarios directos de las políticas públicas en materia de educación, actuales y potenciales. Alumnos que estudiarían gratis y profesores que ganarían más o tendrían más bonos y regalías de ser escuchadas sus pretensiones. Si los dueños de las tabacaleras o los banqueros desfilasen por la Alameda exigiendo algo al Estado, todos los señalaríamos con el dedo por el mismo problema. No lo hacen de esa forma, les gusta más el lobby y financiar campañas políticas, pero igual nos enojamos frente a tal práctica. Y no es necesario pertenecer a una corriente tan radical como los que protestan para tener conflictos. No olvidemos que el señor Mario Waissbluth, autoerigido gurú de la Educación, vive (bastante bien por lo demás[11]) a costa de proyectos encargados por entes públicos[12]. Sería desconcertante escucharlo pedir algo distinto que más recursos para la educación pública. Lamentablemente jamás lo ha señalado de motu proprio así como tampoco se ha referido jamás a la beca de su niñito. De hecho, se enoja al respecto y bloquea en twitter cual niño enojado cuando lo pillan en algo que no corresponde. Algo de ética le quedará… la gente al conocer estos datos le resta legitimidad abrumadoramente[13].
Respecto a la representatividad de los estudiantes, baste señalar que hace casi dos años, se presentó una candidatura presidencial que proponía exactamente lo mismo que ellos en materia de educación: gratuita, aumento de impuestos, y renacionalización del cobre. Tenemos claro que Arrate no logró ni siquiera el 7% de los votos[14]. Estoy seguro que nadie podría plantear hoy en día que en menos de dos años, la gran mayoría de la población tiene ese pensamiento. De hecho, consultada la gente de manera que sopese las consecuencias de una “educación gratuita”, la desechan por amplio margen[15][16].

Palabras al cierre.
Afortunadamente, y luego de meses de conflicto, el mandamás me hizo caso y ha señalado de una buena vez “nada es gratis en esta vida, alguien lo tiene que pagar”[17], o como dirían los norteamericanos, “there ain't no such thing as a free lunch”, descartando una reforma tributaria.
Algunos me llamarán fascista (ignorantes, los fascistas son estatistas y entregan “educación gratis”), individualista, sin corazón, poco soñador, conservador o lo que quieran. Prefiero llamarme libertario, realista, racional y científico. La verdad sea dicha, no existe manera alguna de “igualar” o “nivelar la cancha” que no pase por ejercer violencia sobre unos para robarle parte de sus ingresos y darles a otros. Eso y no otra cosa son los impuestos, y el Estado que los recauda, es ineficiente, en ocasiones ladrón, y además implica costos de administración enormes.


[8] El ejemplo del IVA es más decidor aún. Los “pobres” consumen prácticamente todo lo que ganan, lo que implica que en la práctica pagan casi el 20% de lo que reciben, en impuestos. Los “ricos”, difícilmente gastan todo lo que reciben, de hecho invierten, ahorran, etc., por lo que en la práctica, y proporcionalmente, pagan menos IVA.
[9] Ley sobre Impuesto a la Renta. Artículo 2° número 1.